AIR disfruta de un conglomerado de ventajas técnicas que Cressi ha ido incorporando las últimas temporadas en diversos modelos.
Aúna una gran tecnicidad con un diseño cautivador y unas proporciones medias, tanto de montura como de facial.
Su exclusiva estructura integra la montura en el propio facial en lugar de superponerlo.
Este exclusivo sistema de construcción, que permite el montaje sin necesidad de encolado, reduce al mínimo absoluto los espesores mejorando por lo tanto la volumen interno, la visibilidad y la adaptación de la máscara.
Reduce su peso, 125 g, y la dota de la rigidez estructural de una máscara tradicional con las ventajas de una máscara sin montura.
Además, mejora la estanqueidad de la máscara, anula cualquier posibilidad de contacto incómodo de la montura con la frente y elimina toda visión de la zona central del marco desde el interior.
Su facial optimiza los espacios muertos y reduce el volumen interno hasta sólo 95 cm³.
La distancia cristal/cara se ha reducido hasta tal extremo que el facial no llega a hacer el conocido efecto ventosa, simplemente se asienta sobre la cara proporcionando una óptima estanqueidad gracias a su diseño y a la estudiados relación espesor/nivel de rigidez de la silicona.
Los cristales inclinados sistema Big Eyes se prolongan mediante suaves líneas curvas por encima de los pómulos, mejorando la visibilidad inferior y lateral que son prácticamente ilimitadas.
La finísima montura y el estudiado acopie con la delicada zona del hueso frontal optimizan la visibilidad superior sin perjudicar la capacidad de adaptación.
Las hebillas ancladas en la montura para una óptima estabilidad de la máscara y una tensión siempre a determinar por el usuario, son completamente plegables y basculantes en todos los sentidos.
Por lo tanto la posibilidad de rotura es casi nula.
Este tipo de anclaje mejora también la estabilidad de la máscara, ya que la tensión de la tira se produce sobre un elemento rígido y los movimientos del tubo respirador o la cara no afectan al facial.